La soga de tus palabras:
me tira,
me empuja,
me deja caè…
me arrodilla,
me arrastra,
me duele…
me hace llorà,
me hace padecè.
Pero también
la soga de tus palabras me hace ser
más fuerte,
perenne,
ágil…
El árbol que crece,
la espina y la pluma…
Fuente que va al cántaro y se lo bebe.
Gota de agua en mares de infinitos quereres.
Esta soga que desuella el alma
y el corazón me lo levanta y me lo hiere.
A ella seguiré agarrá.
Anque mis manos desnuda
se hagan esparto y encallen
y no puean sostenerla má.
Esa soga de tus palabras…
Qué me quita y qué me da…!